Estos cupcakes de Halloween son fáciles de preparar, con ingredientes sencillos, y pueden decorarse a tu gusto.

INGREDIENTES para 15 cupcakes

120 g de mantequilla
200 g de azúcar
120 g de harina de repostería
2 huevos L
60 g de cacao en polvo
180 ml de leche
2 cucharaditas de zumo de limón
½ cucharadita de bicarbonato
½ cucharadita de levadura química (tipo Royal)
2 cucharaditas de esencia de vainilla

Para la decoración

Nata para montar
Chocolate negro derretido

ELABORACIÓN de los cupcakes de Halloween

Para comenzar con estos cupcakes de Halloween, precalentamos el horno a 170º y preparamos el molde de cupcakes con las cápsulas.
En un vaso ponemos la leche junto al limón y lo dejamos reposar mientras hacemos el resto de la receta.
Ponemos la mantequilla con el azúcar y batimos a velocidad alta hasta que la mezcla blanquee y espume.
Añadimos los huevos uno a uno y batimos bien. Incorporamos la esencia de vainilla.
Mezclamos la harina con el cacao, el bicarbonato y la levadura y la tamizamos sobre la mezcla anterior. Batimos a velocidad baja, hasta que esté bien integrada.
Por último, incorporamos la leche a la que le habrán aparecido grumitos y tendrá aspecto de cortada. Este buttermilk aporta jugosidad a los bizcochos. Batimos muy bien hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.
Echamos la mezcla en las cápsulas, rellenándolas dos tercios de su capacidad, y llevamos al horno durante 20 minutos aproximadamente.
Cuando estén listos, los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Para la decoración de estos cupcakes de Halloween, montamos la nata (se puede agregar azúcar si gusta más dulce) hasta que esté firme. Ponemos la nata en una manga pastelera y cuando los cupcakes estén totalmente fríos, ponemos un poco de nata sobre cada uno y con la ayuda de una espátula o cuchara, cubrimos bien el cupcake, dándole forma redondeada. Aquí tienes algunos consejos para que la nata quede firme y estable.
Por otro lado, derretimos el chocolate en el microondas, y lo ponemos en una manga pastelera, cortando el extremo muy poco, para que el chocolate salga en forma de hilo. Si no tenéis manga pastelera podéis usar una bolsa de congelación. Una vez listo, hacemos el dibujo que más nos guste sobre la nata, en este caso unas caras de esqueleto, simulando al dibujo animado Jack Skeleton, de la película Pesadilla antes de Navidad.