Este estofado de cordero se puede preparar con pierna o paletilla, pero también con medio cordero troceado menudo. A mi me parece más sabrosa para este guiso la carne con hueso, pero hazlo a tu gusto.

750 g de carne de cordero troceada (puede ser de pierna, paletilla o carne con hueso, que a mi me parece más sabrosa para este guiso)
La misma cantidad de patatas
2 hojas de laurel
Media cabeza de ajos
1 cebolla mediana
1 zanahoria
4 cucharadas de salsa de tomate triturado (o un tomate maduro pelado y triturado)
1 vaso de vino blanco de guiso
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta en grano y sal
Tomillo, romero, o cualquier hierba aromática a tu gusto
Perejil picado

ELABORACIÓN del estofado de cordero

Para comenzar con este estofado de cordero, en una cazuela con un fondo de aceite salteamos la carne de cordero salpimentada hasta que esté bien sellada y dorada por igual junto con las hojas de laurel y las pimientas enteras.
Añadimos la cebolla, ajos, zanahoria y tomates bien limpios y picados en trozos regulares.
Revolvemos todo bien y agregamos el vino. Hay que dejar que reduzca el alcohol durante 10 o 15 minutos, revolviendo la carne a menudo.
Cubrimos el guiso con agua y dejamos enternecer a fuego medio-lento con la cazuela tapada.
Cuando la carne esté casi al punto añadimos las patatas troceadas y el perejil, revolvemos un poco y dejamos que enternezcan las patatas moviendo la cazuela en vaivén a menudo para que la salsa vaya engordando.
Una vez tiernas las patatas apartamos del fuego y dejamos reposar el guiso para que se asienten los sabores. Este plato de estofado de cordero está mejor guisado la víspera. Servimos caliente.