El fudge de chocolate blanco es un postre fácil y muy especial, con una textura blanda y un relleno de ingredientes a tu gusto. Nosotros hemos usado nueces y unas frutas deshidratadas pero puedes usar otras a tu gusto, pasas, ciruelas… y cualquier fruto seco que prefieras.

Es un capricho irresistible para los amantes del chocolate y un detalle perfecto si quieres llevar de regalo a cualquier fiesta o reunión.

Con la misma receta puedes preparar fudge de chocolate negro.

ELABORACIÓN del fudge de chocolate blanco

Picamos las nueces y los arándanos en pedacitos regulares y no demasiado pequeños.
Troceamos el chocolate blanco y lo fundimos junto a la leche condensada, al baño maría o en el microondas en intervalos de 20 en 20 segundos hasta que queden bien integrados y el chocolate esté derretido por completo.
Agregamos las nueces y los arándanos y mezclamos bien.
Vertemos la mezcla en un molde de silicona o uno rígido forrado con papel film.
Alisamos la superficie y dejamos templar.
Dejamos que el fudge de chocolate blanco enfríe por completo en el frigorífico antes de servirlo troceado a nuestro gusto.