A esta receta de pollo a la brava le hemos puesto ese nombre porque la salsa en la que se guisa el pollo es similar a la de las patatas bravas, y puede regular el nivel de picante a tu gusto.

1 pollo pequeño troceado (puedes usar solo las presas que más te gusten, muslos, pechugas…), o si lo prefieres 800 gr de pollo deshuesado vaso de caldo de pollo
Medio kilo de tomate triturado
Sal y pimienta
1 punta de cayena
Una cebolla
1 pimiento rojo
Una cuchara de hierbas aromáticas (orégano, tomillo…)
1 vasito de vino blanco
Una cucharada de vinagre de vino blanco
1 cucharadita de pimentón picante
Laurel
Aceite de oliva

ELABORACIÓN del pollo a la brava

En una sartén con aceite doramos el pollo salpimentado por igual y por todas partes. Ten en cuenta que si usar pollo deshuesado la cocción será menor. Retiramos el pollo cuando esté bien dorado.
En esa misma grasa rehogamos la cebolla y pimiento junto con la hoja de laurel hasta que estén bien pochados. Añadimos de nuevo el pollo y el vino.
Cuando vemos que está evaporado el alcohol ponemos el pimentón (regula la cantidad según te guste más o menos picante), damos una vuelta y añadimos el tomate, las hierbas y el vinagre. Hay que dejar que la salsa de tomate espese y reduzca mientras se va guisando el pollo.
Si vemos que se está quedando demasiado seco el guiso antes de que el pollo esté tierno, tendremos que poner un poco de caldo. En caso contrario es mejor no ponerlo para que la salsa resulte bien concentrada.
El pollo a la brava debe estar listo en una media hora de cocción. Si lo prefieres puedes pasar la salsa por la batidora o el pasapurés.

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