Con esta receta de yogur helado y solo 3 ingredientes tendrás un helado casero siempre cremoso y muy natural. Puedes usar yogur del sabor que más te guste pero es importante que sea yogur griego porque tiene más contenido graso y el resultado es más cremoso.

1 yogur griego del sabor que queramos (en este caso era yogur griego de stracciatella)
200 ml de nata para montar
3 cucharaditas de azúcar glas (o algo menos al gusto)
1 cucharada de miel

ELABORACIÓN del yogur helado

La noche anterior, o al menos 12 horas antes, ponemos el yogur a desuerar para que pierda todo el líquido. En un colador, ponemos un trozo de tela de gasa o sábana vieja y vertemos el yogur. Lo tapamos y dejamos en la nevera. Tiene que perder todo el líquido. Aunque te parezca que hay yogures griegos que no tienen suero, siempre hay que seguir este paso porque siempre tienen algo de suero.
Al día siguiente, mezclamos el yogur con la nata, la miel y el azúcar y batimos bien. Es importante batir bien porque esto ayudará a que el yogur quede cremoso sin tener que remover durante el congelado.
Si quieres puedes añadir unas nueves picaditas, o unas pepitas de chocolate y mezclar muy bien.
Tapamos con papel film en contacto con la mezcla para que no entre aire ni agua.
Llevamos al congelador unas horas hasta que solidifique. Si sigues bien todos los pasos no hará falta remover durante el proceso del congelado.
Este yogur helado se sirve en bolas, con un poco de caramelo líquido o sirope de fresa.