Esta es la receta original del famoso pollo Kiev, un empanado de pechuga de pollo con un relleno sorprendente, fresco y cremoso.
El pollo Kiev es uno de los platos más conocidos de la cocina rusa y ucraniana, aunque su origen está rodeado de cierta controversia. Se cree que este plato nació a finales del siglo XIX o principios del XX en Kiev, la capital de Ucrania, aunque algunas teorías sugieren que fue creado en Rusia o incluso en Francia.
Una de las versiones más aceptadas es que el pollo Kiev fue creado en el restaurante «Yelagin» en San Petersburgo, por el chef Francois Gagnaire, quien trabajaba para la aristocracia rusa. Según esta historia, la receta fue inspirada por la tradicional forma francesa de preparar aves, pero con un giro oriental: el pollo se deshuesaba, se rellenaba con una mantequilla condimentada (con ajo, perejil y otras hierbas), se recubría de pan rallado y se freía. Se servía con el interior intacto, de modo que, al cortar el pollo, la mantequilla se derramaba en una explosión de sabor.
Durante el régimen soviético, el pollo Kiev se convirtió en un plato de lujo, servido en cenas oficiales y en restaurantes de élite, y se popularizó en muchos países del bloque soviético. A día de hoy, sigue siendo un plato emblemático de la gastronomía ucraniana y rusa, conocido en todo el mundo por su sabor y su elegante presentación.
Aunque sea un motivo menos poético, nosotros pensamos que el pollo Kiev en realidad debe su fama internacional actual a la cadena Marks & Spencer, que empezó a comercializarlo en los años 70 entre sus platos preparados con un resultado estupendo que lo hizo muy popular.
INGREDIENTES del pollo Kiev para 4 personas
- 4 ‘medias pechugas’ sin filetear de pollo (o filetes muy gruesos)
- 2 huevos
- 2 dientes de ajo
- Harina
- Pan rallado
- Aceite de oliva virgen extra
- 100 g de mantequilla
- Sal, pimienta negra recién molida y perejil
- 1 cucharada de cebollino
- 1 cucharadita de tomillo
- 1 limón y su ralladura
ELABORACIÓN del pollo Kiev
- Mezclamos la mantequilla con los ajos triturados (usa un prensador de ajos o machaca muy bien en el mortero), perejil muy picadito, ralladura de limón, cebollino picado fino y tomillo. Salpimentamos y colocamos la mantequilla sobre un film transparente de cocina. Lo envolvemos en el film y le damos forma de rulo. Sellamos muy bien los bordes y metemos al congelador para que se compacte. A la hora de usarla, la mantequilla tiene que estar congelada.
- Salpimentamos las pechugas ligeramente y rociamos con unas gotas de limón. Abrimos las pechugas por el lateral con un cuchillo, como haciendo una raja para buscar hueco a nuestro relleno pero sin separarlas en filetes.
- Cortamos la mantequilla en rodajas (recuerda que tiene que estar muy dura, congelada) y distribuimos trozos de mantequilla dentro de cada pechuga. Las sellamos bien con unos palillos.
- Si quieres un poco más los sabores frescos, añade junto a la mantequilla, unas más frescas picadas finas, como hemos hecho nosotros.
- Al momento (que no se derrita la mantequilla!) pasamos las pechugas por harina, a continuación por los huevos batidos y salpimentados y finalmente por el pan rallado hasta que queden bien cubiertos.
- Las metemos un ratito (media hora bastará) al congelador para que cojan cuerpo y las freímos en abundante aceite caliente. Si son muy gruesas las puedes terminar de hacer en el horno durante 10 min a 180º. Con este proceso el interior del pollo kiev queda bien derretido y las pechugas resultan muy jugosas.
Consejos y comentarios
- En el horno le puedes espolvorear un poco de queso rallado que funde sobre las pechugas, aunque esa no es la receta original.
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