Salsa Café de París, receta y usos

Aquí tienes la receta de la salsa Café de París, un condimento rico y complejo cuyos orígenes y usos en la cocina son tan variados como los ingredientes que la componen.

La historia de esta salsa Café de París se remonta a mediados del siglo XX, aunque su nombre pueda sugerir una antigüedad y procedencia más arraigadas en los cafés parisinos clásicos.

La creación de la salsa Café de París se atribuye a un restaurante en Ginebra, Suiza, llamado Café de Paris, en la década de 1940. Contrario a lo que podría sugerir su nombre, no nació en Francia, sino que fue el resultado de la experimentación culinaria en este restaurante suizo. El chef de aquel entonces, cuyo nombre se ha perdido en la historia, buscaba crear una mantequilla compuesta que elevara el sabor de los tradicionales filetes a un nuevo nivel de excelencia. El resultado fue una mantequilla aromatizada que incorporaba una mezcla de hierbas, especias, y otros ingredientes, los cuales, hasta el día de hoy, se mantienen como un secreto bien guardado por los pocos restaurantes que conocen la receta original.

La preparación de la salsa Café de París moderna generalmente incluye una base de mantequilla a la cual se añaden otros muchos ingredientes diferentes. Entre estos se encuentran hierbas como el estragón, el romero, y el tomillo; especias como el curry, el pimentón y la mostaza en polvo, además de ingredientes al gusto de cada cual y más inusuales como el brandy, el jugo de limón o las anchoas.

Ingredientes de la salsa Café de París

No te importe si no tienes alguno de los ingredientes que te damos a continuación, no es necesario que los tengas todos, elígelos a tu gusto.

200g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
1 chalota finamente picada
1 diente de ajo picado
2 cucharada de perejil fresco picado
1 cucharada de alcaparras picadas
1 cucharada de mostaza de Dijon o de cualquier variedad que te guste
Un par de anchoas molidas
1 cucharadita de salsa Worcestershire
1/2 cucharadita de pimentón dulce
1/4 cucharadita de pimienta negra molida
Sal al gusto
Jugo de medio limón
Opcional: una cucharada de brandy, 1 cucharadita de salsa de soja, estragón fresco

Elaboración de la salsa Café de París

Para preparar una versión casera y actualizada de la salsa Café de París, se empieza por ablandar mantequilla a temperatura ambiente hasta que esté maleable pero no derretida.
Se mezclan en ella las hierbas finamente picadas, las especias, y los demás ingredientes, hasta obtener una masa homogénea.
Al final se agrega el jugo de limón a la mezcla y vuelve a mezclar para combinar.
Prueba la salsa y ajusta la sazón según sea necesario, añadiendo más sal, pimienta o jugo de limón según tus preferencias personales.
Una vez que la salsa esté lista, puedes servirla de inmediato con tu carne a la parrilla favorita o guardarla en el refrigerador en un recipiente hermético hasta que estés listo para usarla.
Esta mantequilla aderezada puede luego conservarse en la nevera durante muchos días y cortarse en discos para servir sobre carnes a la parrilla o filetes, o bien puede usarse en estado más blando calentándola unos segundos en el microondas (el resultado es el que ves en las fotos) para servir sobre las carnes o untar sobre el pan o vegetales.

Usos de la salsa Café de París

Los usos principales de la salsa Café de París en la cocina son como acompañamiento de carnes rojas. Se puede utilizar también para enriquecer pescados a la parrilla, mariscos, e incluso para dar un toque gourmet a verduras asadas o al vapor. La salsa también se ha hecho un lugar en la preparación de canapés y aperitivos, donde una pequeña cantidad puede transformar un bocado sencillo en una experiencia culinaria memorable.

Aunque los ingredientes exactos y las proporciones pueden variar según el chef o el hogar, el espíritu de esta salsa Café de Paría reside en su capacidad para realzar y complementar el sabor de los platos a los que acompaña, ofreciendo una experiencia gastronómica que, aunque arraigada en la tradición, es muy contemporánea.