Esta receta de Crema Templada de Tomate con queso fresco y albahaca nos ha conquistado para siempre. Con aromas frescos, saludable y fácil de preparar.

La base de la receta es una buena salsa de tomate casera. En nuestro caso el Tomate frito casero de HIDA, con textura y sabor como el de espumadera que hacían las abuelas. Si lo prefieres puedes hacer una salsa de tomate frito casero, pero si quieres ahorrar tiempo, prueba esta salsa de tomate, que es la que tiene un sabor más natural y la que más se parece al tomate hecho en casa. Además, lo fríen a fuego lento y no pasan más de 24h entre la recolecta y el envasado. ¡A nosotros nos encanta! ?

INGREDIENTES para 4 personas

300 g de tomate frito casero (hemos usado el Tomate frito casero de Hida, nos parece que es el que tiene un sabor más auténtico, como el que haces en casa)
1 patata mediana
2 pencas de apio
1 cebolla pequeña
Medio pimiento rojo, que aporta dulzor y color
Caldo de verduras, que puede ser de cubitos
Sal y pimienta
Aceite de oliva virgen extra
2 buenas cucharadas de queso crema de untar
Taquitos de queso fresco para servir
1 manojo de albahaca fresca

ELABORACIÓN de Crema templada de tomate, queso fresco y albahaca

Lo primero que tenemos que hacer es trocear toda la verdura: el apio, la patata pelada y lavada, la cebolla limpia y el pimiento.
En una cazuela con un fondo de aceite ponemos toda esa verdura para que el calor le ayude a desprender sabor y aromas. Hay que saltearla unos minutos, pero no es necesario que enternezca. Después cubrimos con el caldo de verduras y dejamos cocer unos 15 minutos, con la cazuela tapada.
Cuando la verdura está ya tierna, incorporamos el queso crema a la cazuela. También en ese momento llega nuestro ingredientes principal, la salsa de tomate frito Hida. Ya solo tenemos que mezcla y y dejar un minuto al fuego para que se integren los sabores.
Fuera ya del fuego, incorporamos 3 o 4 hojas de albahaca y pasamos la crema por la batidora hasta que quede una mezcla lo más fina posible. Si es necesario, la pasamos por el pasapurés.
Antes de servirla, la dejamos templar. La temperatura ideal para servir esta crema es una temperatura ambiente cálida porque se potencian los sabores, así que bastará con que la dejemos un rato en la cazuela antes de servir para que vaya perdiendo calor.
Para servir, decoramos nuestra crema de tomate con unos taquitos de queso fresco y un poco de albahaca fresca picada o en hojitas.

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