Patatas con langostinos

La receta de patatas con langostinos es un clásico de la cocina marinera sencilla y tradicional. El plato es sencillo y pero siempre resulta festivo y especial.

Ingredientes de las patatas con langostinos para 4 personas

• 400 g de langostinos, pelados y limpios.
• 4 patatas medianas, peladas y cortadas en trozos.
• 1 cebolla grande, finamente picada.
• 4 dientes de ajo, picados.
• 2 tomates maduros, pelados y picados.
• 1 hoja de laurel.
• 1 pimiento rojo picado (opcional, para dar color).
• 1 cucharadita de pimentón dulce
• 1/2 cucharadita de comino en polvo.
• 1/2 cucharadita de pimienta negra.
• Sal al gusto.
• Aceite de oliva virgen extra.
• Agua o caldo de pescado (aproximadamente 500 ml).
• Perejil fresco picado para decorar (opcional).

Elaboración de las patatas con langostinos 

1. Preparación previa: Pelar y limpiar los langostinos, reservar las cabezas y las cáscaras para hacer un caldo de langostinos. Pelar y cortar las patatas en trozos. Picar finamente la cebolla, el ajo y los tomates.
2. Caldo de langostinos: En una olla grande, calentar 2 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Agregar las cabezas y las cáscaras de los langostinos y sofreírlas hasta que se pongan rojas y fragantes. Añadir 1 litro de agua y cocinar a fuego lento durante 20-30 minutos. Luego, colar el caldo y reservarlo.
3. Preparar el sofrito: En una cazuela grande o paellera, calentar 4 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Añadir la cebolla y el ajo picados y sofreír hasta que estén dorados y fragantes.
4. Añadir los condimentos: Agregar el pimiento rojo picado (si se desea) y el pimentón dulce, la cúrcuma, el comino y la pimienta negra. Revolver bien durante unos minutos para que los condimentos se mezclen con el sofrito.
5. Incorporar el tomate: Añadir los tomates picados a la cazuela y cocinar hasta que se reduzcan y se forme una salsa espesa.
6. Agregar las patatas: Incorporar los trozos de patata y mezclar bien con la salsa de tomate. Cocinar durante unos minutos para que las patatas se impregnen de los sabores.
7. Añadir el caldo de langostinos: Verter el caldo de langostinos caliente sobre las patatas. La cantidad de caldo debe ser suficiente para cubrir las patatas. Si no es suficiente, puedes agregar un poco de agua. Agregar también la hoja de laurel.
8. Cocinar las patatas: Cocinar a fuego medio-bajo durante aproximadamente 20-25 minutos o hasta que las patatas estén tiernas y cocidas. Revolver de vez en cuando para evitar que se peguen al fondo de la cazuela.
9. Añadir los langostinos: Cuando las patatas estén casi cocidas, agregar los langostinos pelados a la cazuela. Cocinar durante unos 5 minutos adicionales o hasta que los langostinos se pongan rosados y estén completamente cocidos.
10. Rectificar la sazón: Probar y ajustar la sal y los condimentos según tu gusto.
11. Servir las patatas con langostinos: Retirar la hoja de laurel y servir las patatas guisadas con langostinos en platos individuales. Si lo deseas, espolvorea perejil fresco picado por encima para darle un toque fresco y colorido.

Sigue estas instrucciones para hacer el fumet de pescado con las pieles y cabezas de los langostinos

• En una olla grande, calienta unas dos cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Agrega las cabezas y pieles de langostinos y saltea durante unos minutos hasta que se vuelvan rosadas y fragantes. Si quieres dar un toque de alegría añade un par de dientes de ajo picados. Cocina todo junto unos minutos para que desprenda aroma y se potencie el sabor..
• Vierte aproximadamente un litro de agua en la olla y agrega una cucharadita de sal y un manojo de hierbas aromáticas, como un par de ramitas de perejil y una hoja de laurel. Lleva la mezcla a ebullición, reduce el fuego y deja que hierva a fuego lento durante unos 20 minutos para permitir que los sabores se mezclen. Prueba el punto de sazón por si tienes que rectificar.
• Finalmente, cuela el caldo a través de un colador fino para obtener un fumet limpio y sabroso. Este fumet de pescado con cabezas y pieles de langostinos es una base deliciosa para sopas, risottos y salsas de mariscos, aportando un sabor intenso y profundo a tus platos, así que si te sobra, congélalo para usarlo en otros platos.

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