Esta receta de piña helada es un broche perfecto para cualquier mesa de invitados. La elaboración es muy sencilla y la presentación es una fiesta en la mesa.

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ELABORACIÓN de la piña helada

Partimos la piña por la mitad. Vaciamos con cuidado cada mitad cortando con un cuchillo. Hay que hacer todo el hueco posible porque es donde vamos a poner el helado.
Después trituramos lo más fino posible toda la pulpa de piña que hemos sacado. Reservamos.
Ahora vamos a hacer una crema de piña. En un cazo al fuego ponemos la harina, el azúcar, la miel y las yemas. Añadimos el zumo de piña embotellado y calentamos hasta que empiece a espesar. Recuerda que no debe llegar a hervir porque se nos corta.
Añadimos la piña triturada a la crema y mezclamos bien. Dejamos enfriar.
Mientras enfría la crema, montamos las claras de huevo por un lado, y la nata por otro.
Añadimos las claras a la mezcla de piña, con movimientos envolventes. Después mezclamos todo con la nata montada.
Rellenamos las piña con la mezcla hasta el borde y las llevamos al congelador. Te sobrará bastante relleno, pero lo vamos a usar para montar después la piña. Guárdalo en un hermético también en el congelador.
Una vez congelado, y en el momento de servir, montamos la piña con bolas de helado de piña por encima y servimos al momento.