Este helado fácil de queso y frutas se prepara sin máquina heladera y queda siempre cremoso, sin cristales. Se puede preparar con tu fruta favorita.

250 g de queso crema de untar
250 g de yogur natural tipo griego (125 g). Si no es griego deja escurrir bien el líquido que trae el yogur
250 g de pulpa de fruta fresca (fresas, melocotones, kiwi, o cualquier fruta de temporada que no sea muy fibrosa)
4 cucharadas soperas de azúcar glas (o algo más si te gusta más dulce)

ELABORACIÓN del helado fácil de queso y frutas

Pelamos la fruta y la troceamos menudita (si lo prefieres puedes triturarla en la batidora). La ponemos al fuego con el azúcar para que se enternezca y se forme como una mermelada. La tendremos lista en 10 o 15 minutos según la fruta.
Mientras tanto batimos el queso con los yogures con una batidor de varillas hasta que la mezcla quede muy integrada.
Mezclamos la fruta con el batido de queso y yogur y ponemos en un molde o en un hermético con tapa que pueda ir al congelador.
Tapamos con film transparente sellando perfectamente. El film tiene que quedar adherido a la mezcla, en contacto con ella, para que no entre aire. Después ponemos la tapa del recipiente y ponemos en el congelador unas horas hasta que se endurezca.

Elige frutas de pulpa jugosa que no tengan mucha fibra para que el resultado final sea cremoso.
Si quieres asegurar un resultado cremoso bate el helado las primera hora un par de veces mientras que está en el congelador para que no se formen cristales, pero este helado queda bastante cremoso y perfecto de textura aún sin hacerlo.

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