Estas torrijas borrachas se preparan con un almíbar de vino dulce y canela que las convierte en una propuesta aromática y muy especial.

1 barra de pan para torrijas
800 ml de agua
Medio litro de vino moscatel o cualquier vino dulce a tu elección (en esta caso un Moscatel blanco de Ochoa)
Huevos batidos (los que sean necesarios)
1 palo de canela
Aceite para freír
100 gr de azúcar

ELABORACIÓN de las torrijas borrachas

Ponemos el agua al fuego con el palo de canela, el vino y el azúcar. Llevamos a ebullición.
Tenemos que reducir y espesar este almíbar de vino con una ebullición de al menos 15 minutos que ayudará a que evapore el alcohol y pierda el sabor a vino crudo. El azúcar tiene que quedar bien disuelto, así que hay que remover de cuando en cuando.
Apartamos del fuego al momento y dejamos templar.
Remojamos el pan en este almíbar de vino para que queden bien empapadas. Dejamos escurrir un poco el exceso de líquido y las pasamos por huevo batido.
Freímos en aceite caliente hasta que doren por los dos lados y las vamos colocando en un plato sobre papel de cocina para que suelten el exceso de aceite.
Dejamos enfriar las torrijas borrachas regadas con el almíbar de vino que nos ha sobrado (hay que colarlo) hasta el momento de servir.