La bruschetta italiana es un clásico como aperitivo en todas las mesas del país, y partiendo de la receta clásica que te damos hay muchas variedades para hacerla.

ELABORACIÓN de la bruschetta italiana

Cortamos el pan en rebanadas de unos 2 cm. Podemos tostarlo al horno, en un tostador tradicional o en una sartén antiadherente untada con un podo de aceite y ajo crudo.
Los tomates se lavan y se trocean menuditos, eliminando las semillas. Se dejan escurrir en un colador para que suelten el líquido.
Después los sazonamos con sal y añadimos las hojas de albahaca picaditas y un chorro de aceite de oliva.
Cortamos la mozzarella en dados pequeños y lo añadimos a la mezcla de tomate.
Para montar las bruschetas se frotan las tostaditas de pan con un poco de ajo crudo y se cubren con la ensalada de tomate y queso. Se sirven al momento.

Cada región italiana aporta un toque personal a la clásica bruschetta italiana. Aquí tienes diferentes ideas para hacerla.

En la Toscana se añaden al tomate algunos embutidos locales.
Se pueden picar unos tomates secos con aceitunas negras y anchoas y cubrir con esta picada las tostaditas.
La Mozzarella se puede sustituir por unas escamas gruesas de Parmesano.
En lugar de la albahaca se pueden usar hojas de rúcula.
Una bruschetta muy fresca se puede preparar con pepino y aceitunas negras muy picadas, simplemente rociados con sal y aceite de oliva.

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