En esta receta de lasaña fría se sustituye la bechamel por salsas frescas como la mayonesa o la salsa rosa, y los rellenos por hojas de lechuga y vegetales.

Placas de canelones para cocer o precocidos (necesitarás 3 placas por personas).
Aguacates
Palitos de surimi, gambas, atún en aceite o anchoas
Huevos duros
Maíz dulce en grano
Hojas de espinacas o de rúcula (o de cualquier lechuga de hoja plana a tu gusto, que no sea muy rizada para que no se nos abra el plato)
Rodajas de tomate
Salsa mayonesa o salsa rosa
Cualquier otro ingrediente a tu gusto: pepinillos picados, alcaparras, cebolleta fresca muy picada, frutas como la piña o manzana picaditas

ELABORACIÓN de la lasaña fría

Calentar agua y sumergir las placas de pasta de canelones (o de lasaña) para hidratarla o cocer en agua con sal según indique el envase. Tendréis que dejarlas más de lo indicado en la caja puesto que ésta lasaña no se termina en horno. Hay que dejarlas escurrir en un paño y reposar.
En una bandeja ponemos una placa y la vamos cubriendo con nuestros ingredientes elegidos.
Nosotros en la foto hemos puesto rúcula, tomate, aguacate, y una mezcla ligada con mayonesa de huevo duro con alcaparras. Terminamos con otra placa de pasta.
Y volvemos a empezar, rúcula, palitos de mar, maíz y mayonesa para sellar los alimentos. Seguimos con una capa tomate en rodajas y aguacate y finalizamos con una de pasta.
Tapamos el conjunto con mayonesa y para decorar la lasaña fría hemos elegido palitos de mar picados.

Para asegurar la consistencia y presentación de esta lasaña fría es necesario que los ingredientes del relleno estén bien escurridos y secos, para que no suelten líquido que estropee el resultado.
Puedes usar placas de lasaña pero este plato es difícil de hacer porciones, y con los canelones salen raciones individuales.

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