A la hora de hacer un tartar de salmón los ingredientes varían según nuestros gustos. Se pueden añadir daditos de aguacate o mango picados, suprimir las alcaparras… pero el proceso de marinado y enfriado debe respetarse.

100 gr de salmón fresco en lomos, limpio y desespinado, que haya estado congelado
1 cucharadita de cebolla fresca picada
Una cucharada de eneldo o cilantro picado
1/2 cucharadita de alcaparras picadas (opcional)
el zumo de medio limón
1 cucharada sopera de aceite de oliva
sal, pimienta negra
cebollino para adornar

ELABORACIÓN del tartar de salmón

Picamos el salmón a cuchillo todo lo menudo que podamos y lo volvemos a picar. Tiene que estar limpio y bien seco después del descongelado, sin piel ni espinas. A mi me gusta usar para esta receta lomos de la parte de la cola porque son muy jugosos y tienen menos espinas.
En un recipiente juntamos todos los ingredientes picados. Agregamos el jugo de limón o lima, la pimienta, el aceite de oliva.
Dejamos reposar un rato en la nevera para que se integren los sabores y marine un poco el pescado.
Mezclamos y moldeamos el tartar. Servimos frío con adorno de pepinillo y cebollino. En la foto hemos he decorado también con sésamos negro y sésamo de wasabi. Se suele acompañar con pan negro o pan tostado y cada comensal lo sirve sobre sus tostaditas.

Hay que congelar el pescado al menos un día y medio a -20º para evitar problemas con el anisakis.
Puedes añadir a la mezcla una punta de mostaza antigua (o cualquier mostaza suave) o salsa de eneldo envasada. También puedes acompañar con una mayonesa suave enriquecida con mostaza.
En la foto inferior, el tartar de salmón de IKEA. Se pica con el salmón un poco de aguacate, cebollino y huevo duro. Después se adereza con salsa de eneldo. Se sirve sobre un pan crujiente de centeno.